La OMS ha catalogado recientemente las carnes procesadas (aquellas que han sido transformadas mediante curación, salazón, fermentación o ahumado, entre otros procesos) como “carcinógenas del Grupo 1” y las carnes rojas como “carcinógenas del grupo 2A”. La nueva clasificación llega tras la publicación de un informe por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), en el que se recogen las conclusiones de más de 800 estudios que investigaban la posible relación entre el desarrollo de diversos tipos de cáncer y el consumo de carnes rojas y procesadas.

El anuncio de la OMS de incluir las carnes procesadas en el Grupo 1 (Existe suficiente evidencia de carcinogenidad) y de las carnes rojas en la Grupo 2A (Existe evidencia limitada de carcinogenidad) ha generado una alarma considerable entre la población, que no para de hacerse preguntas. ¿Significa que ya no podremos comer hamburguesas? ¿Tenemos que desterrar el jamón de nuestra mesa? ¿Qué pasa con las carnes rojas?

Para arrojar luz sobre el estudio de la IARC y la decisión de la OMS, en Buenmercadoacasa hemos hablado con Francisco M. Celdrán, presidente del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Murcia (CODINMUR), quien explica claramente las implicaciones del estudio y nos recuerda que “hace años que sabemos que el exceso en el consumo de carnes rojas y procesadas resulta contraproducente, no es algo que hayamos descubierto ahora”.

P: El lunes, la OMS publicaba un informe en el que se catalogaba como cancerígenas a las carnes procesadas y como potencialmente cancerígenas a las carnes rojas. ¿Qué significa realmente esta conclusión? ¿Qué implicaciones tiene para nuestra vida diaria?

R: Realmente, lo que ha venido a decir la OMS es un hecho que ya estaba bastante constatado. Realmente no es nada nuevo. La OMS ha hecho una revisión de un gran número de trabajos científicos que ya estaban realizados y publicados y, a partir de ahí, ha puesto un poquito más de énfasis en lo que las distintas organizaciones sanitarias de diferentes países deben hacer más hincapié y que es en la disminución del consumo de carnes rojas y alimentos procesados que proceden de ellas.

P: ¿Qué implicaciones tiene entonces el informe en nuestra vida diaria? ¿Hay que dejar de comer carne radicalmente?

R: No. No, radicalmente no. Si lo hacemos, estaríamos rompiendo un equilibrio importante que se tiene que cumplir en lo que a nutrientes se refiere. El cuerpo humano tiene que comer una gran variedad de grupos de alimentos para cubrir las necesidades tanto energéticas como de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Por lo tanto, no debemos dejar de comer proteínas ni tampoco carnes rojas. Lo que estamos diciendo o lo que se ha venido a decir en este estudio es que el exceso de carnes rojas o el exceso en el consumo de productos procesados es malo para la salud, pero eso no quiere decir que no haya que comerlos nunca. Y además es un hecho que ya estaba constatado y ya se había reflejado en nuestros objetivos nutricionales a nivel nacional. No hay que olvidar que, uno de ellos, es reducir el consumo de carnes rojas.

P: Es decir que estamos hablando en realidad de que el exceso es lo perjudicial, no las carnes rojas o procesadas en sí…

R: Claro. Depende de la cantidad que se coma. Nosotros, dentro de las recomendaciones nacionales, ya advertimos de que dentro de nuestra pirámide alimentaria las carnes rojas se encuentran en un escalón de consumo esporádico. Sobre todo la carne roja en sus partes más grasas. Por lo tanto, una pequeña cantidad de carne roja consumida no va a tener ningún efecto sobre la población desde el punto de vista negativo. Ahora, un exceso en el consumo de carnes rojas – como puede ser consumirlas todos los días – o tomar una gran cantidad de las partes más grasas, sí que va a aumentar la probabilidad de que aparezcan distintos tipos de cáncer, entre ellos, el cáncer colorrectal. Pero porque tomar carnes rojas todos los días sí que sería un exceso y eso no es nuevo. Eso ya lo teníamos catalogado y referenciado en los organismos sanitarios desde hace años.

P: ¿A partir de qué cantidad nos tenemos que preocupar?

R: Lo que ha concluido la OMS es que, con 50 gramos diarios, el riesgo de incidencia del cáncer colorrectal aumenta en un 18%. Lo que se recomienda a la población española desde las autoridades y organismos sanitarios es que coman de forma esporádica carnes rojas y procesadas y eso no incluye 50 gramos diarios.

P: ¿Cuánta carne consumimos en España de media? Estos días ha habido baile de cifras. ¿En qué media estamos actualmente?

R: La estimación es que estamos consumiento en España más de 10 kilos de carne procesada por persona al año, lo que supone que si hacemos una media para poder compararla con esos 50 gramos diarios, estaríamos por debajo de los mismos ya que estaríamos en 30. Esto quiere decir que en España estaríamos por debajo incluso de ese dato de la OMS que pone un poco los pelos de punta.

P: Hablamos de la cantidad de la carne que sería perjudicial para el organismo pero ¿qué pasa con la calidad? ¿También influye? Antes nos hablaba de que sobre todo hay que evitar las partes grasas de la carne roja.

R: Si vamos a consumir carne roja, lo más recomendable es asegurarse de que los cortes son magros, es decir, aquellos en los que hay un componente mayoritario de carne y menor de grasa. Lo que tenemos que intentar evitar siempre es consumir los cortes más grasientos, ya que en estos el porcentaje de grasa es mayor y con ella aumenta la probabilidad de desarrollar todo tipo de enfermedades, no solo el cáncer, que ya de por sí nos crea bastante alarma, sino que incluso estamos hablando de posibles enfermedades cardiovasculares que se puede producir por ese consumo en cantidades excesivas de grasa de este tipo de alimentos.

P: Que el exceso en el consumo de carnes rojas, sobre todo muy grasas, es perjudicial para el corazón es algo que ya sabíamos y, sin embargo, no ha creado la misma alarma que el anuncio de la OMS con respecto al cáncer. ¿A qué puede deberse esta alarma con el informe de la OMS?

R: Por varias razones. Primero, porque creo que estamos bastante sensibilizados con el aumento de incidencia de los distintos tipos de cáncer que hay a nivel poblacional. Y, por otro lado – y esto es una opinión personal – creo que se ha magnificado bastante el estudio por parte de la prensa. Se ha magnificado demasiado un hecho que ya estaba constatado y se están sacando de contexto aspectos de algo que, al final, es un informe con unas conclusiones que realmente tampoco evalúa el riesgo total. Lo que está haciendo es que, a través de una serie de estudios científicos, ha determinado que puede aparecer un riesgo. Pero no evalúa el riesgo total. Éste es el aspecto que está evaluando ahora mismo la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Es por eso que también desde el Ministerio de Sanidad se está advirtiendo de que hay que esperar a que se haga un buen estudio de riesgo total. Hay que recordar que la conclusión del informe de la OMS ya la teníamos reflejada en España en las recomendaciones de consumo que hacemos para la población, de modo que es un aspecto que ya está reflejado en nuestras guías alimentarias.

P: Hablando de lo aparecido en medios de comunicación, uno de los titulares que hemos podido leer estos días en prensa y que más alarma ha causado entre la población es el que decía que la carne procesada es tan cancerígena como el tabaco. ¿Eso es así?

R: Si nos ceñimos a los números, no es así. El tabaco causa aproximadamente un millón de muertes al año, mientras que el exceso en el consumo de carnes procesadas y rojas causa entre 30.000 y 40.000. Por lo tanto, no es lo mismo. No se puede evaluar de la misma manera. Con estas afirmaciones hay que tener cuidado, porque estamos hablando de un titular en un periódico de tirada nacional que, visto así, como es natural causa alarma. La sociedad en general no tiene por qué tener conocimientos de nutrición, dietética y lo que significan realmente los estudios científicos. Por eso, debemos informar con rigor y sin alarmismos. Nosotros siempre decimos que debemos intentar, como han hecho ustedes, recurrir a organismos que son referentes en dietética y nutrición, como el Consejo General de Colegios, donde están representados los dietistas-nutricionistas. Debemos acudir a los profesionales que realmente nos pueden informar de si hay una alarma social, si debe haberla, si debemos modificar algo. Y dar una información con criterio y que sea garantía de salud.

P: Junto con las dudas sobre si se podían o no comer hamburguesas, salchichas o bacon a partir de ahora, hemos recibido consultas de nuestros clientes con respecto al jamón y la posibilidad de que fuera catalogado por la OMS en el mismo grupo que otras carnes procesadas. ¿Qué les podemos decir en este sentido?

R: Lo que podemos decir a los consumidores es que realmente tienen que estar tranquilos. Que tenemos que intentar, cuando lleguen noticias de este calado, no ponernos muy nerviosos y seguir las recomendaciones que se nos han ido realizando desde hace ya mucho tiempo para la población española. De este modo, estaremos seguros de hacerlo bien.

P: ¿Qué recomendaciones son esas, Francisco? ¿Podría recordarlas para nuestros lectores?

R: Por supuesto. Las recomendaciones que llevamos ya tiempo haciendo marcan que debemos intentar llevar una dieta equilibrada en la que no se excluya ningún tipo de alimento, una dieta equilibrada que esté basada en nuestro patrón de dieta ideal, que es la mediterránea. Y que no hay que alarmarse. Que para velar por nuestra salud estamos las autoridades sanitarias nacionales, que desde hace mucho tiempo hemos tomado cartas en el asunto. Y que debemos acudir siempre que tengamos dudas al profesional adecuado, para que nos asesore. Pero el mensaje es claro: no hay que preocuparse ni eliminar ahora mismo ningún alimento de nuestras dietas de manera radical. Ni las carnes rojas ni procesadas, ni ningún otro. Debemos hacer un consumo moderado. Con moderado queremos decir, en el caso de las carnes rojas y procesadas, un consumo esporádico que puede establecerse en tres o cuatro veces al mes. Y no habría ningún tipo de problema.

Desde Buenmercadoacasa agradecemos la colaboración de Francisco Celdrán y esperamos haber contribuido de este modo a clarificar el asunto de las carnes rojas y procesadas. 

En los últimos días, la propia OMS ha aclarado su decisión con respecto a carnes procesadas y rojas, aclaración que va en la línea que ha mantenido nuestro experto a lo largo de toda la entrevista y que nos dice que lo que resulta perjudicial es el exceso, no el consumo en sí.

Y tú ¿eres responsable a la hora de consumir estos productos? ¿Procurar llevar una dieta sana y equilibrada? ¿Cada cuánto tiempo comes carnes rojas, hamburguesas o bacon? Cuéntanos. En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.

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