La historia del vino se remonta a los primeros tiempos de la humanidad, a la época en que se desarrollaron de manera reglada la ganadería y la agricultura. Las culturas griega y romana lo veneraron especialmente dedicando incluso una de sus deidades a esta bebida considerada de dioses o de grandes personalidades. El Dionisos griego y el Baco romano han inspirado, al igual que el vino, numerosas obras pictóricas, literarias y musicales.
La investigación científica ha determinado en los últimos años las numerosas ventajas de consumir vino diariamente y con moderación, poniendo de manifiesto que se trata de un alimento más de nuestra dieta mediterránea que merece ser tratado como tal. Algunas de sus propiedades, como las cardiosaludables y antienvejecimiento, son muy conocidas. Otras, como las que apuntan a que funciona como antigrasas en el cuerpo, que ayuda a despertar la libido femenina o a contrarrestar los efectos del sedentarismo en el cuerpo son de reciente descubrimiento.
Hoy te damos en el BLOG de Buenmercadoacasa seis razones por las que es buena idea tomar vino blanco. Sobre todo, si aún no has adquirido la costumbre.
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Porque despierta la inteligencia: beber vino blanco (o tinto) regularmente es mejor para el cerebro que no hacerlo nunca, o eso es lo que determinan casi un centenar de estudios científicos llevados a cabo recientemente y que coinciden en que el consumo de vino, siempre que sea moderado, mejora tanto la agilidad mental como la función cognitiva. Pero eso no es todo: consumido en pequeñas dosis, el vino ayuda a prevenir la demencia. Así lo ha demostrado un estudio de la Academia Sueca Sahlgrenska basado en un seguimiento a 1.500 mujeres durante 34 años.
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Porque ayuda a prevenir diversos tipos de cáncer: las propiedades antioxidantes del vino son beneficiosas en la lucha contra algunas enfermedades, como lo son las pulmonares y varios tipos de cáncer, entre ellos el cáncer de mama. Tomar vino con moderación hace que los efectos beneficiosos para la salud sean sostenidos.
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Porque evita la caída de los dientes: según una investigación llevada a cabo por Gabriella Gazzani y varios científicos de la Universidad de Pavia, consumir vino frena el crecimiento de las bacterias asociadas a la aparición de caries o a problemas como la gingivitis y el dolor de garganta. En el estudio pretendían determinar si la costumbre de tratar las infecciones de las encías con vino para evitar la caída de los dientes tenía fundamento científico, y encontraron que así es.
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Porque ayuda a combatir la resaca: ¿quién no ha escuchado – o dicho – alguna vez, después de una noche de pasarse con las copas, que al día siguiente tiene que beber para “equilibrar el ph”? Al tener una concentración química más baja, el vino blanco ayuda a reducir la sensación de malestar aparejada a la resaca, especialmente los mareos y las náuseas, de ahí que sea buena idea tomar una copita al día siguiente de una noche de demasiado alcohol.
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Porque es rico en nutrientes esenciales: fósforo, potasio y flúor componen la triada de nutrientes fundamentales de los que puede hacer gala el vino, tanto blanco como tinto. Los tres son muy necesarios para el correcto desarrollo de las funciones metabólicas.
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Porque tiene efectos antioxidantes: el jugo de la uva es, en realidad, el alimento que mayor cantidad de antioxidantes tiene cuando hablamos de vino. Sin embargo, tanto el blanco como el tinto (el tinto en mayor medida) heredan del jugo de uva sus propiedades que se traducen en ventajas antienvejecimiento.
Y tú ¿consumes vino a diario? ¿De qué tipo te gusta? ¿Conocías las ventajas saludables que tiene tomar vino con moderación en las comidas? En Buenmercadoacasa creemos que el vino es uno de nuestros baluartes en la dieta mediterránea, por eso defendemos su consumo y lo recomendamos con moderación. E incluso puedes encontrarlo en productos como nuestra mariscada para dos personas. ¿A qué esperas para probarlo?
Cuéntanos cómo es tu relación con el vino en los comentarios. En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.