RECETAS DE RISOTTOS
El risotto es una comida tradicional italiana, muy popular y extendida, que se prepara a base de arroz. Es una comida originaria de la zona noroeste del país, concretamente del este de Piamonte, el oeste de Lombardía y de la zona de Verona, ya que se trata de zonas con abundancia de arroz.
Junto con el arroz, el queso – sobre todo el parmesano – es la seña de identidad de este plato que ha trascendido las fronteras italianas y se ha convertido en un imprescindible en el recetario de todo cocinillas que se precie.
Si eres de los que no se ha atrevido nunca con un risotto porque piensas que es complicado prepararlo o porque no acabas de ver la textura melosa de este plato tan sabroso, hoy venimos a quitarte los reparos con una propuesta de risotto especial de bacon, sencilla y para chuparse los dedos. Verás como no es para tanto… y lo bien que vas a quedar si lo preparas cuando tengas invitados. Vamos allá.
Risotto especial de bacon
Ingredientes:
½ libra de bacon.
1 litro y ¼ de caldo de pollo.
4 cucharadas de mantequilla.
½ cebolla.
4 dientes de ajo.
1 taza y ½ de arroz para risottos.
Queso parmesano rallado.
Pimienta negra.
Sal.
Preparación:
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Lo primero que haremos será picar en dados el bacon, la cebolla muy fina y lo mismo con los dientes de ajo.
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Ponemos una sartén al fuego y cocinamos el bacon en dados a fuego medio hasta que se dore, aproximadamente 10 minutos. Escurrimos el exceso de grasa y reservamos.
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Ponemos a hervir el caldo de pollo en una cacerola a fuego alto; cuando rompa, reducimos el fuego para mantener el caldo de pollo caliente.
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Calentamos dos de las cuatro cucharadas de mantequilla en una cacerola grande de fondo grueso, a fuego medio-alto.
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Añadimos la cebolla y el ajo y cocinamos, removiendo hasta que la cebolla comience a dorarse por los bordes.
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Vertemos el arroz y removemos bien hasta que esté cubierto de mantequilla y haya comenzado a tostarse. En ese momento bajamos el fuego a la mitad de la potencia, agregamos un tercio del caldo de pollo caliente y continuamos revolviendo hasta que el arroz haya absorbido el líquido y se haya vuelto cremoso.
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Repetimos el proceso dos veces más, removiendo constantemente.
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Una vez hayamos terminado con el caldo, retiramos el risotto del fuego y añadimos las dos cucharadas restantes de mantequilla, el queso parmesano y el bacon que preparamos al principio y habíamos reservado.
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Sazonamos al gusto con sal y pimienta y servimos para quedar como los reyes de la cocina familiar.
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