Sabemos que en su nevera no faltan los huevos (mejor si son camperos). Que no comen carnes rojas más de dos veces al mes y que en su despensa no faltan el aceite de oliva virgen extra ni las conservas de pescado. Si nos preguntan por sus postres habituales, la fruta fresca estaría en lo alto, junto con unos cuantos frutos secos en ensaladas y en el desayuno. Y tenemos claro que las verduras, sobre todo las de hoja verde, son la estrella de su carrito.

Tenemos una idea bastante exacta de los hábitos alimenticios de los gurús de la cocina sana (o, al menos, de lo que nos transmiten que comen a través de redes sociales, blogs y otras publicaciones) pero… ¿qué es lo que no comen? ¿Qué tipo de alimentos o que comidas en concreto no encontrarás en sus cocinas? Hoy te contamos cinco de ellos. Y tú ¿los consumes?

  1. Patatas fritas (industriales): las patatas fritas caseras sí están entre los alimentos que les gustan a los nutricionistas porque “aunque no conviene tomarlas con demasiada frecuencia y es preferible que las hagamos hervidas o al horno, lo cierto es que prepararlas en casa nos da una garantía mayor que comprarlas ya hechas”. Quien así lo explica es la nutricionista Sofía Lázaro, para quien las patatas fritas “de bolsa” son uno de los peores alimentos que podemos tener a mano en casa. ¿Por qué? Pues porque son ricas en grasas saturadas y grasas trans. Si quieres alimentos grasos pero beneficiosos para el organismo, decántate “por aquellos que contengan, de forma natural, grasas llamadas mono o poliinsaturadas”. Tu organismo notará la diferencia.

  2. Chocolatinas: si hacemos caso a la lista que Jody Braverman recoge en el libro Live Strong, y en la que define los diez alimentos más perjudiciales para la salud y a los que no deberíamos hincar el diente prácticamente nunca, deberemos sacar las chocolatinas de la cesta de la compra. El motivo es sencillo: además de ser ricas en grasas “malas”, como las de los fritos, aportan una gran cantidad de azúcares, por lo que su consumo habitual suele suponer un incremento nada saludable del azúcar en nuestra dieta. Si te gusta el chocolate, elígelo cuanto más puro mejor, sin leche y sin azúcar añadido. Y si quieres que tenga algún añadido, que sean frutos secos. Prueba a hacer tus tabletas en casa con frutos secos que hayas tostado tú.

  3. Gelatinas de sabores (no caseras): las gelatinas caseras son muy recomendables si las preparamos a base de zumo natural de fruta y trozos de fruta. De este modo “se convierten en unas grandes aliadas de la nutrición infantil especialmente, ya que hay que reconocer que a muchos niños les cuesta comer fruta y de este modo se lo ponemos más fácil” precisa Lázaro. Sin embargo, con las industriales no sucede lo mismo. “En la mayoría de los casos – afirma Lázaro – son una mezcla de agua, azúcares, saborizantes y colorantes en las que la fruta brilla por su ausencia”.

  4. Comida congelada industrial: si quieres apuntarte al “descongelar y listo”, que sea con tus tuppers de comida casera, recomienda Lázaro. Los platos precocinados pensados para descongelar y comer aportan “casi siempre más cantidad de la necesaria de sal, por ejemplo. Otros son ricos en grasas y calorías. Y son cuestiones en las que no solemos fijarnos a la hora de comprarlos, mucho menos a la de comerlos”. Eso por no hablar de que podemos estar comiendo demasiado ya que “cuando las raciones son para dos y las compra una persona sola, termina comiendo el doble por no guardar la mitad otra vez. Esto también se da porque este tipo de platos suelen ser pobres en proteínas y contienen demasiados carbohidratos. Alimentan poco y enseguida volvemos a sentir hambre”. Ojo con esto.

  5. Fast food: no es que haya que desterrarla siempre de nuestra dieta porque “a todos nos gusta ir de vez en cuando a este tipo de cadenas de comida” reconoce Lázaro. Sin embargo, para que tu cocina sea sana de verdad, si vas a tomar hamburguesas, mejor que sean hechas en casa, con carne de primera calidad e ingredientes naturales. “Lo mismo sirve para las bebidas azucaradas, por ejemplo” apostilla la nutricionista.

Llevar una alimentación sana y equilibrada no sólo se fundamenta en saber qué debemos comer, sino en tener claro qué alimentos debemos evitar, al menos de forma frecuente. Con esta pequeña guía esperamos haberte ayudado a comer un poco mejor.

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Y tú ¿qué alimentos has desterrado de tu cocina? ¿Consumes alguno de los que te hemos enumerado? Cuéntanos.

En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.

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