“Desde que me casé, he engordado diez kilos. A uno por año, vamos. Y a mi marido le pasa lo mismo”. Quien nos contaba esto es una amiga de toda la vida que se quejaba la semana pasada en una cena de lo mucho que le engorda “el amor”, como ella dice.

La expresión de que el amor engorda o la certeza de que casarse hace que aumentemos de peso es algo inherente a la cultura popular. Todos tenemos alguna amistad que lo afirma e incluso podemos haberlo llegado a pensar nosotros mismos pero ¿es cierto que el amor hace que subamos de peso? ¿Qué hay de verdad en esta creencia? ¿Tiene base científica?

Hace unos días, la revista Muy Interesante venía a arrojar luz en este sentido… y nos dejaba con la boca abierta. Según las conclusiones de la encuesta XLS Medical, publicadas (entre otros medios) en la mencionada revista, cuando nos emparejamos tendemos a coger hasta cuatro kilos y medio. La encuesta, realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), recoge datos de 2.314 personas (el 99% de ellas, mujeres) y muestra que el 81% de los participantes engordó después de formar una pareja.

Además de constatar que, efectivamente, el amor “engorda”, el estudio también revela las tres principales razones por las que esto sucede:

  • Relajación de las costumbres nutricionales: según el estudio, al periodo de enamoramiento intenso del principio le sucede una época valle en la relación que hace que no solo se relajen los sentimientos, sino también los hábitos personales (incluidos los nutricionales), que se adaptan más bien a una nueva rutina de hábitos en pareja. La alimentación, en este caso, se ve modificada en la mayoría de los casos y deja de ser importante el control del peso (según el 68% de la muestra) o pasa a serlo menos que antes de estar en pareja.

  • Ansiedad provocada por la relación: las discusiones, idas y venidas de la relación y problemas cotidianos suponen, en buena parte de los casos, cuadros de ansiedad (diagnosticada o no) que se traducen en una mayor ingesta de comida o en hábitos de alimentación menos saludables que acaban favoreciendo el ganar peso. Así lo ha manifestado en el estudio el 51% de la muestra.

  • Embarazo: en el caso de las mujeres, éste es también un factor a tener en cuenta, aunque es también quizá el que más fácil solución tiene a la hora de volver al peso ideal o, al menos, al peso anterior al periodo de gestación.

Para evitar que el peso se convierta en un problema (en caso de que llegue a niveles no saludables o de que verdaderamente no queramos aumentarlo) “de pareja”, mantener unas pautas sanas de comportamiento nutricional beneficiarán a ambos. Así, es aconsejable reducir el picoteo entre horas o la ingesta de alimentos muy calóricos (especialmente por la noche o en los planes de fin de semana), mantener una dieta variada y equilibrada que incluya las comidas que gustan a los dos pero cuidando las raciones y no actuar de “cónyuge cubo de la basura”, es decir: no terminarnos el plato del otro simplemente para que no sobre comida.

Aprovechar los momentos de tiempo libre y ocio juntos para hacer algo de deporte en pareja también es una idea saludable que puede incluso a ayudarnos a afianzar la relación. Si quieres unirlo a una alimentación sana y de calidad, en nuestro mercado online tenemos lo que necesitáis, sin colas, sin esperas y con la comodidad de encontrar los mejores productos al alcance de un clic.

Y tú ¿sueles coger peso cuando te emparejas? ¿Cambian tus hábitos alimenticios? ¿Qué haces para mantener una alimentación sana y equilibrada incluso cuando estás saliendo con alguien? Si llevas mucho tiempo con una persona ¿notáis que se hayan corregido los desajustes alimentarios del principio? Cuéntanos.

En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.

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