Si hay un momento del año en que la mesa es la gran protagonista, ése es la Navidad.

En torno a la mesa se reúne la familia para compartir los manjares típicos de estas fechas y ponerse al día de lo que ha pasado durante el año o recordar otros tiempos con nostalgia. También los amigos solemos celebrar encuentros navideños que se desarrollan alrededor de una mesa e incluso los compañeros de trabajo dejamos por unas horas las obligaciones diarias y contamos anécdotas sentados a la mesa.

Sobre ella, en esta fecha no faltan el marisco (ay, sin los langostinos y las gambas no sería Navidad), el cordero, las mejores piezas de la ternera, unas botellas de cava o un postre a base de uvas y dulces navideños. Sin embargo, hoy no vamos a hablar de lo comestible de una mesa navideña, sino de la decoración de la misma. Como apuntan siempre los grandes cocineros, la presentación de un plato es tan importante como el sabor y, en el caso de una mesa (y más en Navidad), la decoración de la misma tiene también un papel muy importante a la hora de seducir a nuestros invitados o espantarlos.

Para que en tu casa suceda lo primero y no lo segundo, hoy en Buenmercadoacasa te traemos cinco trucos infalibles de decoración para que en tus mesas navideñas campen el buen gusto y la buena comida y los elementos no comestibles no tengan más protagonismo que los comestibles. Vamos allá.

  • Abusa del blanco: las mantelerías con motivos navideños son muy bonitas, pero en ocasiones pueden resultar cargantes, sobre todo si el objetivo es pasar una larga velada sentados a la mesa. Los colores muy brillantes como el rojo o el naranja causan nerviosismo y estimulan el exceso de energía, mientras que el blanco aporta calma, sosiego y paz. Es perfecto para una cena tranquila en la que nadie quiera levantarse de la mesa y además pone el énfasis donde lo tiene que poner: en los platos. Si quieres que haya detalles de color, que sean discretos (y sí, pueden ser rojos, pero sin pasarte). Que el blanco sea tu mejor aliado y si quieres otros colores, lo mejor es que estén en el salvamantel.

  • Decoración minimal: ¿Recuerdas esos gags cómicos de restaurantes en los que hay un enorme jarrón o un candelabro con decenas de brazos que se interponen entre los comensales y no les dejan verse ni hablar cómodamente? Pues ten esa imagen muy presente cuando vayas a decorar tus mesas de Navidad, para no repetirla en casa. No hay ninguna razón para levantar una barrera en el centro de la mesa que impida verse a las personas que están ambos lados. La decoración debe ser discreta, elegante y en tonos plateados o dorados, muy acordes con las fechas. Pocos elementos bien escogidos consiguen más que llenar la mesa de trastos. Y recuerda que cuanto más espacio cedas a la decoración, menos te quedará para la comida.

  • Velas sí, pero: las velas crean ambiente cálido y acogedor y, dependiendo de las que escojamos, pueden servirnos para disipar el humo en el momento del café y los dulces si hay fumadores en casa. Eso sí, durante la cena, las velas no deben ser aromáticas. Enmascararían los aromas de los platos que vamos a tomar, creando mezclas extrañas. En la mesa, lo único que tiene que despedir su delicioso olor son los platos que hayáis preparado. Es una parte importante del ritual de comer.

  • Flores ¿sí o no?: las flores navideñas (ponsetias o flores de pascua) son preciosas y elegantes y quedan perfectas en un centro de mesa que presida el salón. Sin embargo, su presencia es poco práctica a la hora de comer. Si te gusta tener flores, te sugerimos que las pongas en el centro de modo que la mesa engalanada reciba a los invitados conforme vayan llegando y que, una vez estén todos en sus sitios, retires toda la decoración (o dejes solo un par de detalles que no vayan a resultar molestos) y hagas espacio para poner la comida. De este modo tendrás dos mesas en una y podrás trabajar sobre una decoración más elaborada, si es lo que te gusta.

  • Música, maestro: ¿Tienes a mano un equipo de música? Escoge unas cuantas piezas clásicas, preferiblemente sin letra (el jazz es perfecto), que creen ambiente, y confecciona tu propio hilo musical. Ponlo muy bajo y procura que sea música muy suave y dulce, que invite a la conversación y cree una sensación agradable. Será el toque de elegancia definitivo… aunque no esté en la mesa.

¿Qué te han parecido nuestros consejos? Antes de que empieces a pensar cómo vas a decorar la mesa en estas fechas, recuerda que el protocolo marca que no se deben mezclar vajillas ni cristalerías, que los bajoplatos pueden darte mucho juego a la hora de poner un punto de color en la mesa y que es una buena idea (sobre todo si sois muchos en casa) hacer tarjetitas asignando el sitio de cada uno para evitar lío a la hora de sentarse.

¿Cómo lo hacéis en casa? Cuéntanos.

En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.

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